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15 de Febrero
 

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Éxodo 39

Vestiduras para los sacerdotes

Los artesanos confeccionaron hermosas vestiduras sagradas de tela azul, púrpura y escarlata para que Aarón las usara al ministrar en el Lugar Santo, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

Confección del efod

Bezalel[a] hizo el efod de lino de tejido fino, y lo bordó con oro e hilo azul, púrpura y escarlata. Para hacer hilo de oro, trabajó a martillo finas láminas de oro y luego las cortó en hilos finos. Con mucho cuidado y gran habilidad, lo bordó en el lino fino junto con el hilo azul, púrpura y escarlata.

El efod constaba de dos piezas —el frente y la espalda— unidas en los hombros por dos hombreras. La faja decorativa estaba confeccionada con los mismos materiales: lino de tejido fino, bordado con oro y con hilo azul, púrpura y escarlata, tal como el Señor le había ordenado a Moisés. Luego se incrustaron las dos piedras de ónice en monturas de filigrana de oro. Las piedras tenían grabados los nombres de las tribus de Israel como se graba un sello. Bezalel fijó las dos piedras sobre las hombreras del efod, pues eran un recordatorio de que el sacerdote representaba al pueblo de Israel. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

Confección del pectoral

Bezalel hizo el pectoral con mucho cuidado y con gran habilidad. Lo confeccionó de tal modo que hiciera juego con el efod: de lino de tejido fino, bordado con oro y con hilo azul, púrpura y escarlata. Hizo el pectoral de una sola pieza de tela, doblada en forma de bolsa cuadrada, de veintitrés centímetros[b] cada lado. 10 Sobre el pectoral, incrustaron cuatro hileras de piedras preciosas.[c] La primera hilera tenía una cornalina roja, un peridoto de color verde pálido y una esmeralda. 11 La segunda hilera estaba compuesta por una turquesa, un lapislázuli de color azul y una adularia blanca. 12 La tercera hilera consistía de un jacinto anaranjado, un ágata y una amatista púrpura. 13 La cuarta hilera estaba formada por un berilo azul y verde, un ónice y un jaspe verde. Todas estas piedras estaban incrustadas en filigranas de oro. 14 Cada piedra representaba a uno de los doce hijos de Israel, y el nombre de la tribu que representaba estaba grabado en ella como un sello.

15 Para fijar el pectoral al efod, prepararon cordones trenzados de hilo de oro puro. 16 También hicieron dos monturas de filigrana de oro y dos anillos de oro, y los fijaron a las esquinas superiores del pectoral. 17 Luego ataron los dos cordones de oro a los anillos colocados en el pectoral. 18 También ataron los otros extremos de los cordones a las monturas de oro que iban sobre las hombreras del efod. 19 Después hicieron otros dos anillos de oro, y los fijaron a los bordes interiores del pectoral, junto al efod. 20 Luego hicieron otros dos anillos de oro y los fijaron a la parte delantera del efod, debajo de las hombreras, justo encima del nudo donde la faja decorativa se ciñe al efod.21 Después sujetaron con cordones azules los anillos inferiores del pectoral a los anillos del efod. De este modo, el pectoral quedaba firmemente unido al efod por encima de la faja decorativa. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

Otras vestiduras para los sacerdotes

22 Bezalel confeccionó de una sola pieza de tela azul el manto que se usa con el efod, 23 con una abertura en el centro por donde Aarón pudiera meter la cabeza. Reforzó la abertura con un cuello[d] tejido para evitar que se rasgara.24 Hicieron granadas de hilo azul, púrpura y escarlata, y las sujetaron al borde del manto. 25 También hicieron campanillas de oro puro y las colocaron entre las granadas, a lo largo del borde; 26 de modo que las campanillas y las granadas quedaron en forma alternada por todo el borde. El sacerdote llevaba puesto el manto cada vez que oficiaba delante del Señor, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

27 Confeccionaron túnicas de tela de lino fino para Aarón y sus hijos. 28 Hicieron el turbante y los gorros especiales de lino fino; también hicieron la ropa interior de lino de tejido fino. 29 Las fajas las hicieron de lino de tejido fino y bordadas con hilo azul, púrpura y escarlata, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

30 Por último, hicieron el medallón sagrado —la insignia de santidad— de oro puro. Lo grabaron como un sello con las palabras Santo para el señor. 31 Con un cordón azul, sujetaron el medallón al turbante de Aarón, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

Moisés revisa el trabajo

32 Por fin el tabernáculo[e] quedó terminado. Los israelitas hicieron todo tal como el Señor le había ordenado a Moisés 33 y presentaron a Moisés el tabernáculo completo:

la carpa sagrada con todo su mobiliario, los broches, los soportes, los travesaños, los postes y las bases;
34 las cubiertas para el tabernáculo de pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor calidad;
la cortina interior que protege el arca;
35 el arca del pacto[f] y las varas para transportarla;
la tapa del arca: el lugar de la expiación;
36 la mesa y todos sus utensilios;
el pan de la Presencia;
37 el candelabro de oro puro, con sus copas simétricas para las lámparas, todos los accesorios y el aceite de oliva para la iluminación;
38 el altar de oro;
el aceite de la unción y el incienso aromático;
la cortina para la entrada de la carpa sagrada;
39 el altar de bronce, la rejilla de bronce, las varas para transportarlo y sus utensilios;
el lavamanos con su base;
40 las cortinas para las paredes del atrio;
los postes y sus bases;
la cortina para la entrada del atrio;
las cuerdas y las estacas;
todo el mobiliario para usar durante la adoración en el tabernáculo;
41 las vestiduras finamente confeccionadas para los sacerdotes, las cuales usaban mientras servían en el Lugar Santo: las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras que sus hijos llevaban puestas cuando ministraban como sacerdotes.

42 Así que los israelitas siguieron todas las instrucciones que el Señor le había dado a Moisés. 43 Luego Moisés revisó todo el trabajo. Cuando verificó que todo se había llevado a cabo tal como el Señor le había ordenado, los bendijo.

 

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Éxodo 40

El tabernáculo queda terminado

40 Luego el Señor le dijo a Moisés: «Levanta el tabernáculo[a] el primer día del nuevo año.[b] Coloca adentro el arca del pacto[c] y cuelga la cortina interior para encerrar el arca dentro del Lugar Santísimo. Luego manda traer la mesa y acomoda los utensilios sobre ella. Además manda traer el candelabro e instala las lámparas.

»Ubica el altar de oro para el incienso frente al arca del pacto. Después cuelga la cortina en la entrada del tabernáculo. Coloca el altar de las ofrendas quemadas delante de la entrada del tabernáculo. Pon el lavamanos entre el tabernáculo[d] y el altar, y llénalo de agua. Luego arma el atrio alrededor de la carpa y cuelga la cortina de la entrada al atrio.

»Toma el aceite de la unción y unge el tabernáculo junto con todo el mobiliario, a fin de consagrarlos y para que queden santos. 10 Unge el altar de las ofrendas quemadas y sus utensilios, a fin de consagrarlos. Entonces el altar será completamente santo. 11 Luego unge el lavamanos y su base, a fin de consagrarlos.

12 »Lleva a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo y lávalos con agua. 13 Ponle a Aarón las vestiduras sagradas y úngelo, así quedará consagrado para servirme como sacerdote. 14 Luego haz que se acerquen sus hijos y vístelos con sus túnicas. 15 Úngelos como ungiste a su padre, para que ellos también me sirvan como sacerdotes. Al ungirlos, los descendientes de Aarón quedan apartados para el sacerdocio por siempre, de generación en generación».

16 Moisés hizo todo lo que el Señor le había ordenado. 17 Así que el tabernáculo fue armado el primer día del primer mes del segundo año. 18 Moisés levantó el tabernáculo: primero situó las bases, encajó los soportes, fijó los travesaños y colocó los postes. 19 Luego extendió las cubiertas sobre el armazón del tabernáculo y puso las capas protectoras encima, tal como el Señor le había ordenado.

20 Entonces tomó las tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto y las puso[e] dentro del arca. Después sujetó al arca las varas para transportarla y a la tapa del arca —el lugar de la expiación— la colocó encima. 21 Luego llevó el arca del pacto dentro del tabernáculo y colgó la cortina interior para protegerla de la vista, tal como el Señor le había ordenado.

22 Después Moisés ubicó la mesa en el tabernáculo, en el lado norte del Lugar Santo, justo fuera de la cortina interior; 23 y acomodó sobre la mesa el pan de la Presencia delante del Señor, tal como el Señor le había ordenado.

24 Luego puso el candelabro en el tabernáculo, en dirección opuesta a la mesa, en el lado sur del Lugar Santo. 25 Entonces encendió las lámparas en la presencia del Señor, tal como el Señor le había ordenado. 26 También puso en el tabernáculo el altar de oro para el incienso, en el Lugar Santo, delante de la cortina interior; 27 y quemó el incienso aromático sobre el altar, tal como elSeñor le había ordenado.

28 Después colgó la cortina a la entrada del tabernáculo, 29 y ubicó el altar de las ofrendas quemadas cerca de la entrada del tabernáculo. Entonces presentó una ofrenda quemada y una ofrenda de grano sobre el altar, tal como el Señor le había ordenado.

30 Luego Moisés instaló el lavamanos entre el tabernáculo y el altar, y lo llenó de agua para que los sacerdotes pudieran lavarse. 31 Moisés, Aarón y los hijos de Aarón sacaban agua del lavamanos para lavarse las manos y los pies. 32 Se lavaban cada vez que se acercaban al altar o entraban al tabernáculo, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

33 Después Moisés colgó las cortinas que daban forma al atrio que rodea el tabernáculo y el altar. Por último levantó la cortina en la entrada del atrio. Así por fin terminó Moisés el trabajo.

La gloria del Señor llena el tabernáculo

34 Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. 35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo, porque la nube se había posado allí, y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo.

36 Cada vez que la nube se levantaba del tabernáculo, el pueblo de Israel se ponía en marcha y la seguía. 37 Pero si la nube no se levantaba, ellos permanecían donde estaban hasta que la nube se elevaba. 38 Durante el día, la nube del Señor quedaba en el aire sobre el tabernáculo y, durante la noche, resplandecía fuego dentro de ella, de modo que toda la familia de Israel podía ver la nube. Eso mismo ocurrió durante todos sus viajes.

 

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Marcos 1:1-28

Juan el Bautista prepara el camino

Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.[a]Comenzó tal como el profeta Isaías había escrito:

«Mira, envío a mi mensajero delante de ti,
    y él preparará tu camino.[b]
Es una voz que clama en el desierto:
“¡Preparen el camino para la venida del Señor!
    ¡Ábranle camino!”[c]».

Ese mensajero era Juan el Bautista. Estaba en el desierto y predicaba que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada. Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán. Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre.

Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con[d] agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».

Bautismo y tentación de Jesús

Cierto día, Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. 10 Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él[e] como una paloma. 11 Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».

12 Luego el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, 13 donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban.

14 Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios.[f] 15 «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios! —anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».

Primeros discípulos

16 Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón[g] y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. 17 Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». 18 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.

19 Un poco más adelante por la orilla, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, en una barca, reparando las redes. 20 Los llamó de inmediato y ellos también lo siguieron, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los hombres contratados.

Jesús expulsa a un espíritu maligno

21 Jesús y sus compañeros fueron al pueblo de Capernaúm. Cuando llegó el día de descanso, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. 22 La gente quedó asombrada de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa.

23 De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno,[h] comenzó a gritar: 24 «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».

25 «¡Cállate! —lo interrumpió Jesús y le ordenó—: ¡Sal de este hombre!». 26 En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él.

27 El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es esta? —se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». 28 Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.

 

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Salmos 35:1-6

Salmo de David

1Oh Señor, ponte en contra de los que se me oponen;
    pelea contra los que luchan contra mí.
Ponte tu armadura y toma tu escudo;
    prepárate para la batalla y ven en mi ayuda.
Levanta tu lanza y tu jabalina
    contra los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
    «¡Yo te daré la victoria!».
Avergüenza y causa deshonra a los que tratan de matarme;
    hazlos retroceder y humilla a los que quieren hacerme daño.
Sopla y espárcelos como paja en el viento,
    un viento mandado por el ángel del Señor.
Haz que su camino sea oscuro y resbaladizo,
    y que el ángel del Señor los persiga.

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