Éxodo 23:14-33
Tres festivales anuales
14 »Cada año, deberás celebrar tres festivales en mi honor. 15 En
primer lugar, celebra el Festival de los Panes sin Levadura. Durante siete días,
prepararás sin levadura el pan que comas, tal como yo te ordené. Celebra este
festival cada año, en el tiempo señalado, a comienzos de la primavera, en el mes
deabib, porque
en esa fecha se cumple el aniversario de tu salida de Egipto. Nadie podrá
presentarse ante mí sin una ofrenda.
16 »En segundo lugar, celebra el Festival de la Cosecha cuando
me traigas los primeros frutos de tus cosechas.
»Por último, celebra el Festival de la Cosecha Final cuando
termine la temporada de la cosecha, una vez que hayas cosechado todos los
cultivos de tus campos. 17 Cada
año, en estas tres ocasiones anuales, todo hombre de Israel deberá presentarse
delante del Soberano, el Señor.
18 »No ofrezcas la sangre de mis sacrificios con ningún tipo de pan que
contenga levadura. Tampoco dejes hasta la mañana siguiente la grasa de las
ofrendas del festival.
19 »Cuando recojas tus cosechas, lleva a la casa del Señor tu
Dios lo mejor de la primera cosecha.
»No cocines a un cabrito en la leche de su madre.
Promesa de la presencia del Señor
20 »Mira, yo envío un ángel delante de ti para que te proteja en el viaje
y te lleve a salvo al lugar que te he preparado. 21 Préstale
mucha atención y obedece sus instrucciones. No te rebeles contra él, porque es
mi representante y no perdonará tu rebelión. 22 Pero
si te aseguras de obedecerlo y sigues todas mis instrucciones, entonces yo seré
enemigo de tus enemigos y me opondré a todos los que se te opongan. 23 Pues
mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra de los amorreos, de los
hititas, de los ferezeos, de los cananeos, de los heveos y de los jebuseos, para
que vivas en ella. Yo los destruiré por completo. 24 No
rindas culto a los dioses de estas naciones, ni los sirvas de ninguna manera, ni
imites sus prácticas malvadas. En cambio, destruye sus ídolos por completo y
destroza sus columnas sagradas.
25 »Sirve solamente al Señor tu
Dios. Si lo haces, yo te bendeciré con
alimento y agua, y te protegeré de enfermedades. 26 No
habrá en tu tierra ninguna mujer que pierda su embarazo o sea estéril; te daré
una vida larga y plena.
27 »Enviaré mi terror delante de ti y sembraré pánico entre todos los
pueblos de las tierras que invadas. Haré que todos tus enemigos den la vuelta y
salgan corriendo. 28 Mandaré
terror delante
de ti para expulsar a los heveos, a los cananeos y a los hititas; 29 pero
no los expulsaré a todos en un solo año, porque la tierra quedaría desierta y
los animales salvajes se multiplicarían y serían una amenaza para ti. 30 Los
expulsaré poco a poco, hasta que tu población aumente lo suficiente para tomar
posesión de la tierra. 31 Y
estableceré los límites de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar
Mediterráneo, y
desde el desierto oriental hasta el río Éufrates. Entregaré
en tus manos a los pueblos que ahora viven en esa tierra, y tú los expulsarás de
tu paso.
32 »No hagas tratados con ellos ni con sus dioses. 33 Ninguno
de ellos deberá vivir en tu tierra, porque te harán pecar contra mí. Si sirves a
sus dioses, quedarás apresado en la trampa de la idolatría».

Éxodo
24
Israel acepta el pacto del Señor
Luego el Señor instruyó
a Moisés: «Sube para encontrarte conmigo, y ven junto con Aarón,
Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel. Todos tendrán que
adorar de lejos; 2 solo
a Moisés se le permite acercarse al Señor.
Los demás no se acercarán, y a nadie del pueblo se le permite subir
al monte con él».
3 Después Moisés descendió y le repitió al pueblo todas las
instrucciones y ordenanzas que el Señor le
había dado, y todo el pueblo respondió a una voz: «Haremos todo lo
que el Señor ha
ordenado».
4 Entonces Moisés escribió cuidadosamente todas las
instrucciones del Señor,
y temprano a la mañana siguiente se levantó y construyó un altar al
pie del monte. También levantó doce columnas, una por cada tribu de
Israel. 5 Luego
envió a unos jóvenes israelitas a presentar ofrendas quemadas y a
sacrificar toros como ofrendas de paz al Señor. 6 Moisés
dejó escurrir la mitad de la sangre de estos animales en unos
tazones; la otra mitad la salpicó sobre el altar.
7 Luego tomó el libro del pacto y lo leyó al pueblo en voz
alta. Una vez más todos respondieron: «Haremos todo lo que el Señor ha
ordenado. Vamos a obedecer».
8 Entonces Moisés tomó la sangre de los tazones y la salpicó
sobre el pueblo, mientras declaraba: «Esta sangre confirma el pacto
que el Señor ha
hecho con ustedes al darles estas instrucciones».
9 Después Moisés, Aarón, Nadab y Abiú, y los setenta ancianos
de Israel subieron al monte. 10 Allí
vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies parecía haber una
superficie de lapislázuli de color azul brillante, tan clara como el
mismo cielo. 11 Aunque
estos nobles de Israel pudieron contemplar a Dios, él no los
destruyó. De hecho, compartieron una comida para celebrar el pacto,
en la cual comieron y bebieron en su presencia.
12 Luego el Señor le
dijo a Moisés: «Sube al monte para encontrarte conmigo. Espera allí,
y te daré las tablas de piedra en las que he escrito las
instrucciones y los mandatos para que puedas enseñar al pueblo». 13 Entonces
Moisés y su ayudante Josué salieron, y Moisés subió al monte de
Dios.
14 Moisés les dijo a los ancianos: «Quédense aquí y espérennos
hasta que regresemos. Aarón y Hur se quedan aquí con ustedes; si
alguien tiene algún altercado durante mi ausencia, que consulte con
ellos».
15 Luego Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por la
nube. 16 Entonces
la gloria del Señor se
posó sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube cubrió el
monte. Al séptimo día, el Señor llamó
a Moisés desde el interior de la nube. 17 Para
los israelitas que estaban al pie del monte, la gloria del Señor,
que estaba sobre la cima del monte, parecía como un fuego
consumidor.18 Entonces
Moisés fue desapareciendo en la nube a medida que subía al monte, y
permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

Éxodo
25
Ofrendas para el tabernáculo
El Señor le
dijo a Moisés: 2 «Dile
al pueblo de Israel que me traiga sus ofrendas sagradas. Acepta las
contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a
ofrendar. 3 La
siguiente es una lista de las ofrendas sagradas que podrás aceptar
de ellos:
oro, plata y bronce;
4 hilo azul, púrpura y escarlata;
lino fino y pelo de cabra para tela;
5 pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor
calidad;
madera de acacia;
6 aceite de oliva para las lámparas;
especias para el aceite de la unción y para el incienso
aromático;
7 piedras de ónice y otras piedras preciosas para
incrustar en el efod y en el pectoral del sacerdote.
8 »Haz que los israelitas me construyan un santuario para que
yo habite en medio de ellos. 9 Deberán
construir el tabernáculo y su mobiliario exactamente según el modelo
que te mostraré.
Instrucciones para el arca del pacto
10 »Haz que el pueblo construya un arca con madera de acacia,
un cofre sagrado que mida un metro con quince centímetros de largo,
sesenta y nueve centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros
de alto. 11 Recúbrela
de oro puro por dentro y por fuera, y ponle una moldura de oro
alrededor.12 Funde
cuatro anillos de oro y sujétalos a sus cuatro patas, dos anillos en
cada lado. 13 Haz
también varas con madera de acacia y recúbrelas de oro.14 Mete
las varas por los anillos que están a los costados del arca para
transportarla. 15 Estas
varas para transportar el arca deberán quedar dentro de los anillos;
nunca las quites. 16 Cuando
el arca esté terminada, pon dentro de ella las tablas de piedra, las
tablas grabadas con las condiciones del pacto que
te entregaré.
17 »Después haz la tapa del arca —el lugar de la expiación— de
oro puro. Tendrá que medir un metro con quince centímetros de largo,
por sesenta y nueve centímetros de ancho. 18 Luego
forma dos querubines de oro labrado a martillo y colócalos en los
dos extremos de la tapa de la expiación.19 Moldea
los querubines a cada extremo de la tapa de la expiación, de modo
que formen una sola pieza de oro con la tapa. 20 Los
querubines estarán frente a frente, mirando hacia la tapa de la
expiación; con las alas extendidas por encima de la tapa para
protegerla. 21 Coloca
dentro del arca las dos tablas de piedra grabadas con las
condiciones del pacto que te entregaré. Luego pon la tapa de la
expiación encima del arca. 22 Allí
me encontraré contigo y te hablaré desde encima de la tapa de la
expiación, entre los querubines de oro que están suspendidos sobre
el arca del pacto. Desde
allí te daré mis mandatos para el pueblo de Israel.
Instrucciones para la mesa
23 »Luego haz una mesa con madera de acacia que mida noventa y
dos centímetros de largo, cuarenta y seis centímetros de ancho, y
sesenta y nueve centímetros de alto. 24 Recúbrela
de oro puro y ponle una moldura de oro alrededor del borde. 25 Adórnala
con un reborde de ocho centímetros de ancho y
ponle una moldura de oro alrededor del reborde. 26 Haz
cuatro anillos de oro para la mesa y sujétalos en las cuatro
esquinas, junto a las cuatro patas. 27 Sujeta
los anillos cerca del reborde para sostener las varas que se usan
para transportar la mesa. 28 Haz
estas varas con madera de acacia y recúbrelas de oro. 29 Haz
recipientes especiales de oro puro para la mesa —tazones,
cucharones, jarras y frascos— los cuales se usarán al derramar las
ofrendas líquidas. 30 Coloca
sobre la mesa el pan de la Presencia para que esté siempre delante
de mí.
Instrucciones para el candelabro
31 »Haz un candelabro de oro puro labrado a martillo. Todo el
candelabro y sus decoraciones serán de una sola pieza: la base, el
tronco, las copas para las lámparas, los capullos y los pétalos. 32 Hazlo
con seis ramas que salgan del tronco, tres a cada lado. 33 Cada
una de las seis ramas tendrá tres copas para las lámparas en forma
de flor de almendro, con capullos y pétalos. 34 Trabaja
artesanalmente el tronco del candelabro con cuatro copas para las
lámparas en forma de flor de almendro, con capullos y pétalos. 35 También
habrá un brote de almendro debajo de cada par de ramas, donde las
seis ramas salen del tronco. 36 Los
brotes de almendro y las ramas deben ser de una sola pieza con el
tronco, y de oro puro labrado a martillo. 37 Luego
haz las siete lámparas para el candelabro y acomódalas de tal manera
que reflejen la luz hacia adelante. 38 Las
despabiladeras de las lámparas y las bandejas también serán de oro
puro. 39 Necesitarás
treinta y cuatro kilos de
oro puro para formar el candelabro y sus accesorios.
40 »Asegúrate de hacer todo según el modelo que te mostré aquí
en la montaña.

Mateo 24:29-51
29 »Inmediatamente
después de la angustia de esos días,
“El sol se oscurecerá,
la
luna no dará luz,
las estrellas caerán del cielo,
y
los poderes de los cielos serán sacudidos”.
30 Y
entonces, por fin, aparecerá en los cielos la señal de que el Hijo
del Hombre viene, y habrá un profundo lamento entre todos los
pueblos de la tierra. Verán al Hijo del Hombre venir en las nubes
del cielo con poder y gran gloria. 31 Enviará
a sus ángeles con un potente toque de trompeta y reunirán a los
elegidos de todas partes del mundo, desde
los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.
32 »Ahora,
aprendan una lección de la higuera. Cuando las ramas echan brotes y
comienzan a salir las hojas, ustedes saben que el verano se acerca. 33 De
la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán
que su regreso está muy cerca, a las puertas. 34 Les
digo la verdad, no pasará esta generación hasta
que todas estas cosas sucedan. 35 El
cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán
jamás.
36 »Sin
embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán estas cosas,
ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo
el Padre lo sabe.
37 »Cuando
el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. 38 En
esos días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes,
fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su
barco. 39 La
gente no se daba cuenta de lo que iba a suceder hasta que llegó el
diluvio y arrasó con todos. Así será cuando venga el Hijo del
Hombre.
40 »Dos
hombres estarán trabajando juntos en el campo; uno será llevado, el
otro será dejado. 41 Dos
mujeres estarán moliendo harina en el molino; una será llevada, la
otra será dejada.
42 »¡Así
que ustedes también deben estar alerta!, porque no saben qué día
vendrá su Señor. 43 Entiendan
lo siguiente: si el dueño de una casa supiera exactamente a qué hora
viene un ladrón, se mantendría alerta y no dejaría que asaltara su
casa. 44 Ustedes
también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del
Hombre vendrá cuando menos lo esperen.
45 »Un
sirviente fiel y sensato es aquel a quien el amo puede darle la
responsabilidad de dirigir a los demás sirvientes y alimentarlos. 46 Si
el amo regresa y encuentra que el sirviente ha hecho un buen
trabajo, habrá una recompensa. 47 Les
digo la verdad, el amo pondrá a ese sirviente a cargo de todo lo que
posee. 48 ¿Pero
qué tal si el sirviente es malo y piensa: “Mi amo no regresará por
un tiempo” 49 y
comienza a golpear a los otros sirvientes, a parrandear y a
emborracharse? 50 El
amo regresará inesperadamente y sin previo aviso, 51 cortará
al sirviente en pedazos y le asignará un lugar con los hipócritas.
En ese lugar habrá llanto y rechinar de dientes.


Salmos
30
Salmo de David
Cántico para la dedicación del templo.
Te exaltaré, Señor,
porque me rescataste;
no
permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.
2 Oh Señor,
mi Dios, clamé a ti por ayuda,
y
me devolviste la salud.
3 Me levantaste de la tumba, oh Señor;
me
libraste de caer en la fosa de la muerte.
4 ¡Canten al Señor,
ustedes los justos!
Alaben
su santo nombre.
5 Pues su ira dura solo un instante,
¡pero
su favor perdura toda una vida!
El llanto podrá durar toda la noche,
pero
con la mañana llega la alegría.
6 Cuando yo tenía prosperidad, decía:
«¡Ahora
nada puede detenerme!».
7 Tu favor, oh Señor,
me hizo tan firme como una montaña;
después
te apartaste de mí, y quedé destrozado.
8 A ti clamé, oh Señor.
Le
supliqué al Señor que tuviera misericordia, diciéndole:
9 «¿Qué ganarás si me muero,
si
me hundo en la tumba?
¿Acaso podrá mi polvo alabarte?
¿Podrá
hablar de tu fidelidad?
10 Escúchame, Señor,
y ten misericordia de mí;
ayúdame,
oh Señor».
11 Tú cambiaste mi duelo en alegre danza;
me
quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría,
12 para que yo te cante alabanzas y no me quede callado.
Oh Señor,
mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!
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