La culpa no simplemente desaparece. El método moderno de negar la culpa sólo la pospone hasta un día más tarde. Culpa reprimida y negada siempre resurgirá en forma de ira, amargura, rechazo y fracaso.

Dios sabe cómo el pecado no perdonado te destruirá y a tu relación con Él y otros. En el Antiguo Testamento, Él dio instrucciones para la ofrenda por la culpa en cualquier situación, sea el sumo sacerdote, un líder, un individuo, o toda la comunidad que habían pecado. La única manera de ser perdonado en el sistema del Antiguo Testamento era presentar un sacrificio individual. El penitente traía un toro, una cabra, un cordero, dos palomas, o un puñado de flor de harina, dependiendo de su condición y fortuna. Ningún pecado o negligencia fue escondido bajo la alfombra por Dios, sino que fue pagado por medio de algo.

Los pecadores son la especialidad de Jesús. La Biblia nos dice que no sólo es Dios preciso con el pecado, sino que también es misericordioso con los pecadores. Mirá a Levi, por ejemplo. Jesús aceptó la invitación de Levi a cenar con él y sus amigos, que eran pecadores notorios. Cuando los fariseos descubrieron esto, criticaron al Señor. Jesús respondió: "Yo he venido a llamar a los pecadores, no aquellos que piensan que son ya lo suficientemente buenos" (Marcos 2:17).

Jesús es tu "ofrenda por la culpa." Liberá tu culpabilidad en la cruz y alabalo, sabiendo que una vez fuiste un pecador, pero ahora fuiste perdonado!

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