Amelia Montenegro
31-01-2014
"En la iglesia hace que estoy dos meses y llegué a la Presencia de Dios en este lugar por medio de mi nieto, Cacho, porque había una compañerita del colegio,Sabrina, que lo invitaba... [...] y vinimos y nos gustó. Dios hizo que nos pusiéramos bien, nos hizo muy bien, nos sentimos muy bien; y el Señor, cuando yo llegué acá hicieron una oración fuerte. Yo tenía las rodillas ligadas, tenia diabetes, yo digo tenía porque siento que el Señor ya me curó. Diabetes... ahora el doctor me quiere operar del corazón pero tengo la fe y la esperanza de que el Señor está haciendo la obra en mi, me estoy haciendo los estudios... y cuando salimos de acá, le dije a mis hijas: 'Mirá, mirá, no tengo más ligadas las rodillas, mirá como bajo la escalera! y yo hacía asi, bajaba la escalara... una alegría! Una bendición, una cosa, una alegría que me dio...!
Ya con la edad que tengo ya los achaques vienen, tengo un poquito de dolor de huesos, pero las rodillas las tenía ligadas completamente. No podía caminar!
Gloria a mi Señor! La honra y la gloria son para el!!
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