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7 de Marzo
 

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Números 8

Preparación de las lámparas

El Señor le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones a Aarón: cuando pongas las siete lámparas en el candelabro, hazlo de manera que la luz alumbre hacia adelante, enfrente del candelabro». Y así lo hizo Aarón; instaló las siete lámparas para que reflejaran su luz hacia adelante, tal como el Señor le había ordenado a Moisés. Todo el candelabro —desde su base hasta el decorado floral— estaba hecho de oro labrado. Se fabricó conforme al diseño exacto que el Señor le había mostrado a Moisés.

Dedicación de los levitas

Luego el Señor le dijo a Moisés: «Ahora bien, separa a los levitas de los demás israelitas y hazlos ceremonialmente puros. Para hacerlo, rocíalos con el agua de la purificación y haz que se afeiten todo el cuerpo y que laven su ropa. Entonces quedarán ceremonialmente puros. Haz que lleven un becerro y una ofrenda de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva, junto con un segundo becerro para la ofrenda por el pecado. Después reúne a toda la comunidad de Israel y presenta a los levitas a la entrada del tabernáculo.[a] 10 Cuando presentes a los levitas delante del Señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos. 11 Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el Señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; así los dedicará al servicio del Señor.

12 »Enseguida los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los becerros. Presenta un becerro como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada al Señor, para purificar a los levitas y hacerlos justos ante el Señor.[b]13 Luego haz que los levitas se pongan de pie delante de Aarón y sus hijos y levanta tus manos y preséntalos como una ofrenda especial al Señor. 14 De ese modo apartarás a los levitas del resto del pueblo de Israel, y los levitas me pertenecerán a mí. 15 Así ellos podrán entrar en el tabernáculo para realizar su trabajo, porque los purificaste y los presentaste como una ofrenda especial.

16 »De todo el pueblo de Israel, los levitas están apartados para mí. Yo los he tomado para mí en lugar de los primeros hijos varones de los israelitas; he tomado a los levitas como sustitutos. 17 Pues todo primer nacido de entre el pueblo de Israel es mío, tanto de personas como de animales. Yo los aparté para mí el día que herí de muerte a todos los primeros hijos varones de los egipcios. 18 Es cierto, yo tomé a los levitas en lugar de todos los primeros hijos varones de Israel; 19 y de todos los israelitas, yo he designado a los levitas para Aarón y sus hijos. Ellos servirán en el tabernáculo en nombre de los israelitas y harán sacrificios para purificar al pueblo,[c] de modo que ninguna plaga los azote cuando se acerquen al santuario».

20 Así que Moisés, Aarón y toda la comunidad de Israel dedicaron a los levitas, siguiendo cuidadosamente todas las instrucciones del Señor a Moisés. 21 Los levitas se purificaron del pecado y lavaron sus ropas, y Aarón los presentó alSeñor como una ofrenda especial. Entonces ofreció un sacrificio para purificarlos y para hacerlos justos delante del Señor.[d] 22 Después los levitas entraron en el tabernáculo para cumplir con sus responsabilidades de ayudar a Aarón y a sus hijos. Así se llevó a cabo todo lo que el Señor le ordenó a Moisés con respecto a los levitas.

23 El Señor le dio otras instrucciones a Moisés: 24 «Los levitas seguirán esta regla: empezarán su servicio en el tabernáculo a la edad de veinticinco años25 y se jubilarán a los cincuenta años. 26 Después de su jubilación podrán ayudar a sus compañeros levitas como guardias en el tabernáculo, pero no podrán oficiar en las ceremonias. Así es como asignarás los deberes a los levitas».

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Números 9

La segunda Pascua

Un año después que Israel saliera de Egipto, el Señor le habló a Moisés en el desierto de Sinaí. El primer mes[a] de ese año le dijo: «Di a los israelitas que celebren la Pascua en el tiempo establecido: al atardecer del día catorce del primer mes.[b] Asegúrate de seguir todos mis decretos y todas mis ordenanzas acerca de esta celebración».

Entonces Moisés le dijo al pueblo que celebrara la Pascua en el desierto de Sinaí, al atardecer del día catorce del primer mes. Allí celebraron el festival, así como el Señor le había ordenado a Moisés. Sin embargo, algunos hombres estaban ceremonialmente impuros por haber tocado un cadáver, y por eso no podían celebrar la Pascua aquel día. Así que ese mismo día se acercaron a Moisés y a Aarón y les dijeron:

—Hemos quedado ceremonialmente impuros por tocar un cadáver. Pero ¿por qué se nos debe impedir presentar la ofrenda del Señor en la debida fecha con el resto de los israelitas?

Moisés les contestó:

—Esperen aquí hasta que yo reciba del Señor las instrucciones para ustedes.

Esta fue la respuesta del Señor a Moisés: 10 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: si alguien del pueblo, ya sea ahora o en las generaciones futuras, está ceremonialmente impuro en la fecha establecida para la Pascua por tocar un cadáver, o si está de viaje y no puede estar presente en la ceremonia, aun así podrá celebrar la Pascua del Señor. 11 Esta persona ofrecerá el sacrificio de la Pascua un mes después, al atardecer del día catorce del segundo mes.[c] Comerá el cordero de la Pascua con pan sin levadura y hierbas amargas. 12 No dejará nada del cordero para el día siguiente, ni quebrará ninguno de sus huesos, y debe seguir todas las ordenanzas de rigor acerca de la Pascua.

13 »Aquellos que no estén ceremonialmente impuros ni anden de viaje pero aun así dejen de celebrar la Pascua en la fecha establecida, serán excluidos de la comunidad de Israel. Si no presentan la ofrenda del Señor en la fecha debida, sufrirán las consecuencias de su culpa. 14 Y si el extranjero que vive entre ustedes quiere celebrar la Pascua del Señor, debe seguir estos mismos decretos y ordenanzas. Las mismas leyes se aplican tanto a los israelitas de nacimiento como a los extranjeros que viven entre ustedes».

La nube de fuego

15 El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió.[d] Pero desde la tarde hasta el amanecer la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de una columna de fuego. 16 De esta manera ocurría siempre: por la noche la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de fuego. 17 Cada vez que la nube se elevaba de la carpa sagrada, el pueblo de Israel levantaba el campamento y la seguía; donde la nube se detenía, el pueblo de Israel armaba el campamento. 18 De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del Señor, donde él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la nube se quedaba encima del tabernáculo. 19 Si la nube se quedaba por largo tiempo sobre el tabernáculo, los israelitas permanecían allí y llevaban a cabo sus deberes ante el Señor. 20 Algunas veces la nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se quedaba por pocos días, como el Señorordenaba. Luego, por orden del Señor, levantaban el campamento y se ponían en marcha. 21 Algunas veces la nube se detenía solo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se ponía en marcha. 22 Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha. 23 Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del Señor y obedecían todo lo que elSeñor les decía por medio de Moisés.

 

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Marcos 13:14-37

14 »Llegará el día cuando verán el objeto sacrílego que causa profanación[e] de pie en un lugar donde él[f] no debe estar. (Lector, ¡presta atención!). Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. 15 La persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar. 16 El que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo. 17 ¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan! 18 Y oren para que la huida no sea en invierno. 19 Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó al mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande. 20 De hecho, a menos que el Señor acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero por el bien de los elegidos, él ha acortado esos días.

21 »Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean. 22 Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.23 ¡Tengan cuidado! ¡Les he advertido esto de antemano!

24 »En ese tiempo, después de la angustia de esos días,

el sol se oscurecerá,
    la luna no dará luz,
25 las estrellas caerán del cielo,
    y los poderes de los cielos serán sacudidos.[g]

26 Entonces todos verán al Hijo del Hombre[h] venir en las nubes con gran poder y gloria.[i] 27 Y él enviará a sus ángeles para que reúnan a los elegidos de todas partes del mundo,[j] desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.

28 »Ahora, aprendan una lección de la higuera. Cuando las ramas echan brotes y comienzan a salir las hojas, ustedes saben que el verano se acerca. 29 De la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán que su regreso está muy cerca, a las puertas. 30 Les digo la verdad, no pasará esta generación[k] hasta que todas estas cosas sucedan. 31 El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.

32 »Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán esas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe. 33 Y, ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en guardia! ¡Estén alerta[l]!

34 »La venida del Hijo del Hombre puede ilustrarse mediante la historia de un hombre que tenía que emprender un largo viaje. Cuando salió de casa, dio instrucciones a cada uno de sus esclavos sobre el trabajo que debían hacer y le dijo al portero que esperara su regreso. 35 ¡Ustedes también deben estar alerta! Pues no saben cuándo regresará el amo de la casa: si en la tarde, a medianoche, durante la madrugada o al amanecer. 36 Que no los encuentre dormidos cuando llegue sin previo aviso. 37 Les digo a ustedes lo que digo a todos: ¡Manténganse despiertos esperándolo a él!

 

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Salmos 50

1

Salmo de Asaf.

El Señor, el Poderoso, es Dios y habló;
    convocó a toda la humanidad
    desde donde sale el sol hasta donde se pone.
Desde el monte Sión, la perfección de la belleza,
    Dios brilla con un resplandor glorioso.
Nuestro Dios se acerca,
    pero no en silencio.
A su paso el fuego devora todo lo que encuentra,
    y a su alrededor se desata una gran tormenta.
Pone al cielo arriba y a la tierra abajo
    como testigos del juicio a su pueblo.
«Tráiganme a mi pueblo fiel,
    a los que hicieron un pacto conmigo, al ofrecer sacrificios».
Luego dejen que los cielos proclamen la justicia divina,
    porque Dios mismo será el juez. Interludio

«Oh pueblo mío, escucha cuando te hablo.
    Estas son las acusaciones que tengo contra ti, oh Israel:
    ¡yo soy Dios, tu Dios!
No tengo quejas de tus sacrificios
    ni de las ofrendas quemadas que ofreces constantemente.
Pero no necesito los toros de tus establos
    ni las cabras de tus corrales.
10 Pues todos los animales del bosque son míos,
    y soy dueño del ganado de mil colinas.
11 Conozco a cada pájaro de las montañas,
    y todos los animales del campo me pertenecen.
12 Si tuviera hambre, no te lo diría a ti,
    porque mío es el mundo entero y todo lo que hay en él.
13 ¿Acaso me alimento de carne de toro?
    ¿Acaso bebo sangre de cabra?
14 Haz que la gratitud sea tu sacrificio a Dios
    y cumple los votos que le has hecho al Altísimo.
15 Luego llámame cuando tengas problemas,
    y yo te rescataré,
    y tú me darás la gloria».

16 Pero Dios dice a los perversos:
«¿Para qué se molestan en recitar mis decretos
    y en fingir que obedecen mi pacto?
17 Pues rechazan mi disciplina
    y tratan mis palabras como basura.
18 Cuando ven ladrones, les dan su aprobación,
    y se pasan el tiempo con adúlteros.
19 Tienen la boca llena de maldad,
    y la lengua repleta de mentiras.
20 Se la pasan calumniando a su hermano,
    a su propio hermano de sangre.
21 Mientras ustedes hacían todo esto, yo permanecí en silencio,
    y pensaron que no me importaba.
Pero ahora los voy a reprender,
    presentaré todas las acusaciones que tengo contra ustedes.
22 Arrepiéntanse todos los que se olvidan de mí,
    o los despedazaré
    y nadie los ayudará.
23 Pero el dar gracias es un sacrificio que verdaderamente me honra;
    si permanecen en mi camino,
    les daré a conocer la salvación de Dios».

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