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25 de Febrero
 

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Levítico 16:29-34

29 »En el décimo día del mes señalado a comienzos del otoño,[f] deben negarse a sí mismos.[g] Ni los israelitas de nacimiento ni los extranjeros que vivan entre ustedes harán ninguna clase de trabajo. Esta es una ley perpetua para ustedes. 30 En ese día, se presentarán ofrendas de purificación por ustedes,[h]y serán purificados de todos sus pecados en la presencia del Señor. 31 Será un día de descanso absoluto en el que se negarán a sí mismos. Esta es una ley perpetua para ustedes. 32 En generaciones futuras, la ceremonia de purificación[i] la llevará a cabo el sacerdote que fue ungido y ordenado para servir como sumo sacerdote en lugar de su antepasado Aarón. Se pondrá las vestiduras sagradas de lino 33 y purificará el Lugar Santísimo, el tabernáculo, el altar, a los sacerdotes y a toda la comunidad. 34 Esta es una ley perpetua para ustedes a fin de purificar al pueblo de Israel de sus pecados, haciéndolos justos ante el Señor una vez cada año».

Moisés siguió todas estas instrucciones exactamente como el Señor se lo había ordenado.

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Levítico 17

Prohibición de comer sangre

Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones a Aarón, a sus hijos y a todo el pueblo de Israel. Esto ha ordenado el Señor: si algún israelita de nacimiento sacrifica un toro,[a] un cordero o una cabra, dentro o fuera del campamento en vez de llevarlo a la entrada del tabernáculo[b] para presentarlo como una ofrenda al Señor, esa persona será tan culpable como un asesino.[c] Esa persona ha derramado sangre y será excluida de la comunidad. El propósito de esta regla es evitar que los israelitas sacrifiquen animales en campo abierto; asegurará que lleven sus sacrificios al sacerdote a la entrada del tabernáculo, para que él pueda presentar los animales al Señor como ofrendas de paz. Entonces el sacerdote podrá salpicar la sangre sobre el altar del Señor a la entrada del tabernáculo, y podrá quemar la grasa como un aroma agradable al Señor. El pueblo ya no debe serle infiel al Señor al ofrecer sacrificios a ídolos[d] que tienen forma de cabra. Esta es una ley perpetua para el pueblo; tendrá que obedecerla de generación en generación.

»Dales también este mandamiento: si algún israelita de nacimiento o extranjero que viva entre ustedes ofrece una ofrenda quemada o un sacrificio,pero no lo lleva a la entrada del tabernáculo para ofrecerlo al Señor, esa persona será excluida de la comunidad.

10 »Si algún israelita de nacimiento o extranjero que viva entre ustedes come o bebe sangre en cualquier forma, yo me pondré en contra de esa persona y la excluiré de la comunidad, 11 porque la vida del cuerpo está en la sangre. Les he dado la sangre sobre el altar con el fin de purificarlos, para hacerlos justos ante el Señor.[e] Es la sangre, dada a cambio de una vida, la que hace posible la purificación. 12 Por esta razón le he dicho al pueblo de Israel: “Nunca coman ni beban sangre, ni ustedes ni los extranjeros que vivan entre ustedes”.

13 »Si algún israelita de nacimiento o extranjero que viva entre ustedes va de caza y mata un animal o ave que se permite comer, deberá escurrirle la sangre y cubrirla con tierra. 14 La vida de toda criatura está en su sangre. Por eso he dicho al pueblo de Israel: “Nunca coman ni beban sangre, porque la vida de toda criatura está en su sangre”. Así que cualquiera que consuma sangre será excluido de la comunidad.

15 »Y si algún israelita de nacimiento o extranjero come la carne de un animal que murió de forma natural o fue despedazado por animales salvajes, deberá lavar su ropa y bañarse con agua. Permanecerá ceremonialmente impuro hasta el anochecer, después de eso quedará puro; 16 pero si no lava su ropa y no se baña, será castigado por su pecado».

 

Levítico 18

Prácticas sexuales prohibidas

Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. Yo soy el Señor su Dios: no se comporten como la gente de Egipto, donde ustedes vivían, o como la gente de Canaán, adonde los llevo. No deberán imitar su estilo de vida. Ustedes deben obedecer todas mis ordenanzas y asegurarse de obedecer mis decretos, porque yo soy el Señor su Dios. Si obedecen mis decretos y mis ordenanzas, encontrarán vida por medio de ellos. Yo soy el Señor.

»Nunca deberán tener relaciones sexuales con un pariente cercano, porque yo soy el Señor.

»No deshonres a tu padre teniendo relaciones sexuales con tu madre. Ella es tu madre; no deberás tener relaciones sexuales con ella.

»No tengas relaciones sexuales con ninguna de las esposas de tu padre, porque eso deshonraría a tu padre.

»No tengas relaciones sexuales con tu hermana o media hermana, ya sea la hija de tu padre o de tu madre, sea que haya nacido en tu familia o en otra.

10 »No tengas relaciones sexuales con tu nieta, sea ella la hija de tu hijo o de tu hija, porque eso sería deshonrarte a ti mismo.

11 »No tengas relaciones sexuales con la hija de una mujer que se case con tu padre, porque ella es tu hermana.

12 »No tengas relaciones sexuales con tu tía, la hermana de tu padre, pues es una pariente cercana de tu padre.

13 »No tengas relaciones sexuales con tu tía, la hermana de tu madre, pues es una pariente cercana de tu madre.

14 »No deshonres a tu tío, el hermano de tu padre, al tener relaciones sexuales con su esposa, pues ella es tu tía.

15 »No tengas relaciones sexuales con tu nuera; es la esposa de tu hijo, de modo que no debes tener relaciones sexuales con ella.

16 »No tengas relaciones sexuales con tu cuñada, la esposa de tu hermano, porque esto deshonraría a tu hermano.

17 »No tengas relaciones sexuales con una mujer y su hija, y no tomes a[a] su nieta, sea la hija de su hijo o de su hija, para tener relaciones sexuales con ella, porque son parientes cercanos, y esto sería un acto perverso.

18 »Mientras viva tu esposa, no te cases con su hermana ni tengas relaciones sexuales con ella, porque serían rivales.

19 »No tengas relaciones sexuales con una mujer durante su período de impureza menstrual.

20 »No te contamines a ti mismo al tener relaciones sexuales con la esposa de tu vecino.

21 »No permitas que ninguno de tus hijos sea ofrecido como sacrificio a Moloc, pues no debes traer vergüenza al nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.

22 »No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.

23 »Un hombre no debe contaminarse a sí mismo al tener sexo con un animal. Tampoco una mujer se ofrecerá a un animal macho a fin de tener relaciones sexuales. Eso es un acto perverso.

24 »No se contaminen con ninguna de estas prácticas, porque los pueblos que estoy expulsando delante de ustedes se contaminaron haciendo todas esas prácticas. 25 Debido a que toda la tierra se ha contaminado, voy a castigar a los pueblos que viven en ella. Haré que la tierra los vomite. 26 Ustedes deberán obedecer todos mis decretos y ordenanzas. No deben cometer ninguno de estos pecados detestables. Esto es aplicable tanto para los israelitas de nacimiento como para los extranjeros que viven entre ustedes.

27 »Todas estas actividades detestables las practican los pueblos de la tierra adonde los llevo, y de esta manera la tierra se contaminó. 28 Así que no contaminen la tierra ni le den motivos para que los vomite de ella, así como vomitará a los pueblos que viven allí ahora. 29 Cualquiera que cometa alguno de estos pecados detestables será excluido de la comunidad de Israel. 30 Por lo tanto, obedezcan mis instrucciones, y no se contaminen a sí mismos al cometer cualquiera de estas prácticas detestables que cometieron los pueblos que vivieron en la tierra antes que ustedes. Yo soy el Señor su Dios».

 

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Marcos 7:24-37

La fe de una mujer gentil

24 Luego Jesús salió de Galilea y se dirigió al norte, a la región de Tiro.[i] No quería que nadie supiera en qué casa se hospedaba, pero no pudo ocultarlo.25 Enseguida una mujer que había oído de él se acercó y cayó a sus pies. Su hijita estaba poseída por un espíritu maligno,[j] 26 y ella le suplicó que expulsara al demonio de su hija.

Como la mujer era una gentil,[k] nacida en la región de Fenicia que está en Siria, 27 Jesús le dijo:

—Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia familia, los judíos.[l] No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.

28 —Es verdad, Señor —respondió ella—, pero hasta a los perros que están debajo de la mesa se les permite comer las sobras del plato de los hijos.

29 —¡Buena respuesta! —le dijo Jesús—. Ahora vete a tu casa, porque el demonio ha salido de tu hija.

30 Cuando ella llegó a su casa, encontró a su hijita tranquila recostada en la cama, y el demonio se había ido.

Jesús sana a un sordo

31 Jesús salió de Tiro y subió hasta Sidón antes de regresar al mar de Galilea y a la región de las Diez Ciudades.[m] 32 Le trajeron a un hombre sordo con un defecto del habla, y la gente le suplicó a Jesús que pusiera sus manos sobre el hombre para sanarlo.

33 Jesús lo llevó aparte de la multitud para poder estar a solas con él. Metió sus dedos en los oídos del hombre. Después escupió sobre sus propios dedos y tocó la lengua del hombre. 34 Mirando al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa «¡Ábranse!». 35 Al instante el hombre pudo oír perfectamente bien y se le desató la lengua, de modo que hablaba con total claridad.

36 Jesús le dijo a la multitud que no lo contaran a nadie, pero cuanto más les pedía que no lo hicieran, tanto más hacían correr la voz. 37 Quedaron completamente asombrados y decían una y otra vez: «Todo lo que él hace es maravilloso. Hasta hace oír a los sordos y da la capacidad de hablar al que no puede hacerlo».

 

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Marcos 8:1-10

Jesús alimenta a cuatro mil

En esos días, se reunió otra gran multitud, y de nuevo la gente quedó sin alimentos. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—Siento compasión por ellos. Han estado aquí conmigo durante tres días y no les queda nada para comer. Si los envío a sus casas con hambre, se desmayarán en el camino porque algunos han venido desde muy lejos.

Sus discípulos respondieron:

—¿Cómo vamos a conseguir comida suficiente para darles de comer aquí en el desierto?

—¿Cuánto pan tienen? —preguntó Jesús.

—Siete panes —contestaron ellos.

Entonces Jesús le dijo a la gente que se sentara en el suelo. Luego tomó los siete panes, dio gracias a Dios por ellos, los partió en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes repartieron el pan entre la multitud. También encontraron unos pescaditos, así que Jesús los bendijo y pidió a sus discípulos que los repartieran.

Todos comieron cuanto quisieron. Después los discípulos recogieron siete canastas grandes con la comida que sobró. Ese día había unas cuatro mil personas en la multitud, y Jesús las envió a sus casas luego de que comieron.10 Inmediatamente después, subió a una barca con sus discípulos y cruzó a la región de Dalmanuta.

 

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Salmos 41

Para el director del coro: salmo de David.

¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!
    El Señor los rescata cuando están en apuros.
El Señor los protege
    y los mantiene con vida;
los prospera en la tierra
    y los rescata de sus enemigos.
El Señor los atiende cuando están enfermos
    y les devuelve la salud.

«Oh Señor, ten misericordia de mí —pedí en oración—,
    sáname, porque contra ti he pecado».
Pero mis enemigos solo hablan mal de mí.
    Preguntan: «¿Falta mucho para que se muera y pase al olvido?».
Me visitan como si fueran mis amigos,
    pero mientras tanto juntan chismes
    y, cuando se van, los divulgan a los cuatro vientos.
Los que me odian susurran cosas acerca de mí
    y se imaginan lo peor.
«Tiene alguna enfermedad fatal —dicen—.
    ¡Jamás se levantará de la cama!».
Hasta mi mejor amigo, en quien tenía plena confianza,
    quien compartía mi comida, se ha puesto en mi contra.

10 Señor, ten misericordia de mí.
    ¡Devuélveme la salud para que pueda darles su merecido!
11 Sé que soy de tu agrado,
    porque no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.
12 Has preservado mi vida porque soy inocente;
    me has traído a tu presencia y eso es para siempre.

13 Alaben al Señor, Dios de Israel,
    quien vive desde la eternidad hasta la eternidad.
¡Amén y amén!

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