Amalia Alfonso
31-01-2014
"Buenas tardes mis hermanos, que Dios los bendiga. Para él es cosa pequeña pero hay que darle gracias por las cosas pequeñas y por las grandes cosas. Nos fuimos de vacaciones a Entre Ríos y fuimos un día antes de lo que habíamos alquilado. Cuando llegamos allá dijimos: bueno, donde vamos a parar? Anduvimos buscando alquileres de un lugar a otro... y bueno fuimos a un hotel y cuando llegamos ahí nos recibieron re bien y el dueño era un pastor, de una iglesia pentecostal. Así que le dije a mi esposo: nos quedamos acá porque si el Señor nos trajo a este lugar donde el dueño es un pastor, el Señor quiere que nos quedemos acá.
Y pasamos un par de pruebas y de bendiciones y damos gracias por todo... [...] Al otro día fuimos a ver lo que habíamos alquilado por internet y no nos gustó el lugar. Era muy precaria la casa e insegura. Las ventanas se trababan con maderas. Nos pusimos a orar con mi esposo en la mesa y le digo: el Señor no quiere esto para nosotros, vamos a buscar otra cosa porque esto NO ES.
Salimos a buscar, no había nada. La Secretaría de Turismo nos dijo que estaba todo colapsado, y encuentro un teléfono y conseguimos un bungalow a estrenar, cerca del río, por el mismo precio que ibamos a pagar por uno a 20 cuadras.
Cuando entré tenía el baño soñado! Le dije a mi esposo: Esto es lo que el Señor tiene para nosotros! A los hijos de Dios siempre nos da lo mejor!
Encima nos regaló una noche...
Dios estuvo con nosotros en todo momento, nos guardó y nos protegió y por eso yo quería dar gracias a Él!
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